CANTOS CUENTOS COLOMBIANOS se reseña como la muestra más importante de arte colombiano expuesta internacionalmente hasta hoy. Reune a 10 artístas destacados en diferentes campos de expresión e investigación en la Bienal de Río de Janeiro en Brasil.
La exposición estará abierta al publico hasta el 8 de Septiembre de 2013.
Compartimos el catálogo completo de la colección editado por la Casa Daros Latinoamerica, galería que reune y expone las muestras de los artístas.
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Catálogo:
CANTOS CUENTOS COLOMBIANOS
ARTE CONTEMPORÁNEO COLOMBIANO
23 DE MARZO – 8 DE SEPTIEMBRE, 2013
CASA DAROS
DORIS SALCEDO
FERNANDO ARIAS
JOSÉ ALEJANDRO RESTREPO
JUAN MANUEL ECHAVARRÍA
MARÍA FERNANDA CARDOSO
MIGUEL ÁNGEL ROJAS
NADÍN OSPINA
OSCAR MUÑOZ
OSWALDO MACIÀ
ROSEMBERG SANDOVAL
DAROS
Latinoamerica
DORIS SALCEDO
NACIDA EN 1958, VIVE Y TRABAJA EN BOGOTÁ Los trabajos de la artista no son fáciles para una mirada superficial. Su objetivo es revelar la violencia universal y crear monumentos que provoquen una contemplación y estimulen memorias de diversa naturaleza (tanto individuales como universales), como posibles premisas para reorientaciones y cuestionamientos. La obra de Doris Salcedo es minuciosa y bien pensada: nada se deja al azar, cada detalle es importante. A menudo trabaja con partes de muebles que remiten específicamente a seres humanos, pero que adquieren un carácter abstracto en sus manos. Con gran sutileza, crea simbolismos y obtiene la trascendencia necesaria. Noviembre 6se refiere a los sangrientos enfrentamien- tos durante el asalto violento al Palacio de Justicia de Bogotá, en 1985. El trabajo consta de sillas y taburetes de varios metales encajados entre sí. Elementos antagonistas dominan la escena de una calma traicionera: lo duro se enfrenta a lo blando, la vulnerabilidad y la fragilidad van de la mano de la brutalidad. El tratamiento disfuncional de su material, a través de la desorientación y la completa negación, se vuelve sorprendentemente evidente. Es imposible querer ocupar una de las sillas: el efecto de la instalación es profundamente perturbador y se convierte en una metáfora del encarcelamiento, la tortura, el secuestro, un monumento para todos los que no pudieron estar y vivir en paz.
FERNANDO ARIAS
NACIDO EN 1963, VIVE Y TRABAJA EN LONDRES Y COLOMBIA
Arias realiza performances usando una amplia gama de medios y formas de expresión. Sus obras surgen de sus experiencias personales y, a menudo, utiliza también su propio cuerpo. Arias nos permite experimentar el juego de la muerte construyendo un ataúd con piezas de Lego con los colores nacionales de Colombia: el sueño del chico de Lego se transformó en un ataúd sobre el cual no hay una cruz sino una línea blanca que simboliza la cocaína. El artista expresa su sufrimiento, su duelo y su rabia con respecto a la situación de su país en el múltiple Paz aporte: el sello nacional decora el pasaporte colombiano, como de costumbre (lo que internacionalmente identifica a su poseedor como un paria), pero el sello se transforma con el agregado de un enorme proyectil, que lo convierte en el símbolo de la guerra civil colombiana. En ¿Quién da más?, Arias tatúa su propia firma en el pubis. El artista pone literalmente su piel en el mercado y el mejor postor puede comprarlo. La Historia del Arte de Sir Ernst Gombrich está ambiguamente cerrada y atornillada: al bloquear esta biblia del arte, Arias la puso a descansar. Como un pequeño rayo de esperanza, el artista la yuxtapone a su propio libro, con un diseño similar pero más delgado, La historia de Arias, elevándose irónicamente al panteón de las artes.
JOSÉ ALEJANDRO RESTREPO
NACIDO EN 1959, VIVE Y TRABAJA EN BOGOTÁ La obra Ojo por diente presenta dos antiguas vitrinas que parecen provenir de un museo etnológico. Sobre la de la izquierda hay una fotografía de un antropólogo con gafas y, en la propia vitrina, algo perdidas, están sus gafas. Arriba de la vitrina de la derecha hay una fotografía de un “salvaje” mostrando los dientes y, como contrapartida de las gafas, ordenados de forma pareja y numerados, están sus dientes. ¿Quién canibalizó
a quién? ¿Quién está devorando a quién, incluso en nuestros días? Con un guiño travieso, Restrepo aborda la historia cultural de Colombia, sus mitos, su descubrimiento, las fuerzas y poderes involucrados, así como también la explotación que todavía continúa en nuestros días. incertidumbres, miedos y prejuicios, así como sus posibles causas y construcciones, emergen irónicamente en comentarios de Hegel y Humboldt sobre el tamaño del cocodrilo americano. Aquí, el Nuevo Mundo se depara con el Viejo Mundo. El mundo empírico lucha cuerpo a cuerpo con la teoría; la relatividad de nuestra percepción queda al descubierto. Finalmente, la imaginación triunfa y el propio cocodrilo renuncia al debate, con el guiño de un (video) ojo… En Musa paradisiaca (el nombre botánico de la banana), la naturaleza (en forma de cachos de banana) sufre una síntesis grotesca con la tecnología (monitores de televisión destrozados). Vista desde una perspectiva occidental, Colombia, con todo su natural esplendor y diversidad, es el Edén, un paraíso, lo que choca abruptamente con la realidad social: la historia interminable de la opresión y la violencia ejemplificada por las plantaciones de bananas y demostrada en las imágenes de la televisión de las masacres que se produjeron en décadas recientes.
JUAN MANUEL ECHAVARRÍA
NACIDO EN 1947, VIVE Y TRABAJA EN BOGOTÁ Los efectos de la violencia pueden describirse de un modo más impresionante que la propia violencia, como lo demuestra el video Bocas de ceniza: colombianos que testimoniaron masacres terribles cantan canciones simples sobre sus experiencias. Este acto catártico y autoterapéutico tiene lugar con una concentración tan intensa y una franqueza tan llamativa que la psiquis de los “cantores” queda totalmente al desnudo. La presencia casi insoportable de sus ojos y voces nos permite involucrarnos íntimamente, incluso sin haber conocido nunca los detalles. Echavarría logra la presencia (de la situación precaria de Colombia) a través de la ausencia (de material pictórico explícito). A menudo usa metáforas para hacer que su tema colombiano sea aplicable de forma universal. El estilo preciso y condensado permite que el observador solo tome conciencia de la obra mediante una inspección más de cerca” La relación social de dos loros en el video Guerra y pa’ se convierte en un símbolo persuasivo de la coexistencia humana. En Bandeja de Bolívar, el himno nacional colombiano se transforma paso a paso en un montoncito de cocaína. Plantas exóticas que parecen extraídas de enciclopedias botánicas del siglo XiX súbitamente se convierten en huesos humanos…
MARÍA FERNANDA CARDOSO
NACIDA EN 1963, VIVE Y TRABAJA EN SYDNEY La artista no teme a los animales muertos. Se ha dedicado a la fauna, a animales como los que se encuentran en los mitos precolombinos o aquellos, al mismo tiempo ordinarios y fascinantes, que la acompañaron desde su infancia: mariposas, lagartijas, víboras, saltamontes, pulgas, moscas, ranas y pirañas. Huesos de vaca pulidos, frecuentemente usados como sustituto del mármol para pavimentar los caminos de las casas señoriales colombianas durante la época colonial, se transforman en sus manos en pequeños y extraños puños cerrados. Cardoso acomoda cadáveres de animales en cuadros ornamentales minimalistas cuyo impresionante efecto deriva de su evidente autenticidad. Absurdos y surrealistas, a veces repulsivos y alienantes, estos curiosos trabajos también son fascinantes y atractivos. El hecho de que los objetos animales de Cardoso estén totalmente retirados de sus contextos convencionales les confiere fuerza. Son “artefactos naturales”: esta contradicción implícita provoca un impacto inquietante en el observador.
MIGUEL ÁNGEL ROJAS
NACIDO EN 1946, VIVE Y TRABAJA EN BOGOTÁ Rojas se siente bien en todos los medios. En la exposición, el artista presenta “dibujos” cuyas “líneas” consisten de hojas de coca, impresiones de fotografías en miniatura y billetes de dólares estadounidenses cortados en círculos. En su amplia obra, que repetidamente presenta los lados oscuros de la vida y la lucha por la supervivencia, Rojas funde el cotidiano de Colombia, las influencias culturales externas y la historia natural y cultural de su país. El arte y la vida representan una unidad inseparable para el artista. Por ejemplo, en siete imágenes con un estilo de historieta, Rojas narra la historia de una niña pequeña, Paquita, que sale a las calles de una ciudad peligrosa para comprar un helado. Esta breve historia es negra y sarcástica, llena de peligros amenazadores a los que Paquita, que simboliza no solo al artista sino a todos los colombianos, está sujeta: la pureza y la inocencia encuentran violencia y amenaza de muerte. Los pequeños puntos blancos y negros que forman la historia de Paquita se revelan solo ante un observador atento: son fotografías de los años 1970 que Rojas sacó en cines en su ciudad natal, Bogotá; lúgubres y opresivos documentos de una búsqueda desesperada por posibles encuentros sexuales, rituales prohibidos y misteriosos en los límites de la existencia social e individual, abismos de la vida, miradas de una oscuridad perdida.
NADÍN OSPINA
NACiDO EN 1960, ViVE Y TRABAJA EN BOGOTÁ El trabajo lúdico, irónico e ingenioso de Ospina subvierte las expectativas usuales del arte Latinoamericano. El artista presenta versiones modificadas de esculturas precolombinas de piedra, cerámica o metal colocando cabezas de animales del mundo fantástico de Walt Disney en figuras que representan mitos precolombinos. Así, Mickey, Minnie, Goofy o Pluto decoran “antiguas” esculturas de cerámica o piedra; una estatua de San Agustín está coronada por la cabeza de Bart Simpson. Todos estos objetos son falsificaciones auténticas producidas por especialistas locales a partir de modelos originales. El artista no solo provoca una sorpresa divertida en el público; objetos también representan la fusión de diferentes culturas. Ospina sigue el rastro de la infiltración de la cultura de los Estados Unidos en las culturas Latinoamericanas y también se refiere, de forma más general, a la hibridación de su propia cultura y la de los demás en los siglos recientes. La cuestión de la identidad, tan a menudo planteada en Latinoamérica, se responde aquí de forma amigable y alegre, pero con un tono ligeramente amargo: los originales solo se mantienen como objeto de estudio o de estatus en colecciones valiosas. En nuestra rutina de todos los días, ya no hay nada más auténtico. Todo es permeado por innumerables influencias que contaminaron para siempre la noble idea de la originalidad. La verdadera identidad ahora se encuentra solo en la fusión.
OSCAR MUÑOZ
NACIDO EN 1951, VIVE Y TRABAJA EN CALI El poder y el carácter efímero de la memoria están en el centro del trabajo de Muñoz. El artista expresa el hecho de que la memoria -y el tiempo, al que está unida- es relativa, nunca puede retenerse totalmente, permanece en cambio constante y, en última instancia, se nos escapa sin importar cuánto nos esforcemos por evitarlo. La materia prima de Muñoz consta de fotografías que son enajenadas y transformadas, sometiéndolas a una variedad de procesos técnicos. Aliento aclara la interacción de hacerse presente y desvanecerse inherente a la memoria: primero vemos nuestra propia imagen en el espejo; a continuación, al soltar el aliento, damos forma por un momento a imágenes de otras personas en el mismo espejo. Pero estas imágenes se desvanecen de inmediato, de modo que nuestro propio reflejo surge nuevamente en el espejo. La metáfora de hacerse presente y desvanecerse, el eterno círculo de la vida y la muerte, también define Biografías: es imposible capturar las imágenes estáticamente porque los rostros humanos, cada uno de los cuales representa una vida completa, se deforman y se arremolinan en un Orcus, que inmediatamente los resucita. Solo el cambio es continuo.
OSWALDO MACIÁ
NACIDO EN 1960, VIVE Y TRABAJA EN LONDRES El arte puramente visual ya no tiene suficiente poder para Macia, de modo que ha dado un giro innovador hacia las esencias y los sonidos, a los que atribuye mayor autenticidad. Macia entró en un campo que ha sido totalmente descuidado por la cultura mundial y del cual incluso carecemos del vocabulario básico más esencial. En esta exposición está representado por dos composiciones de audio: Something Going On Above my Head, una sinfonía de 500 pájaros de cuatro continentes en cuatro canales, y Vesper, una pieza sonora basada en los principios estructurales del canto gregoriano y que consta de varias voces de mujeres caribeñas hablando con entusiasmo. Las voces de las mujeres y el canto de las aves son el material original que Macia retrabaja sinfónicamente. Las armonías chocan con la cacofonía; lo concreto se transforma en abstracto y, nuevamente, en concreto; lo específico compite con lo general; el orden se vuelve caos y viceversa. El artista plantea la pregunta de si, y hasta qué punto, lo “natural” difiere de lo “cultural”: para Macia, los sonidos y los ruidos del lenguaje son universales. Nuestros mundos de experiencia y percepción sensoriales se ponen a prueba aquí. Repensamos nuestros hábitos auditivos y nos hacemos la pregunta fundamental sobre el significado de los sonidos y los ruidos cuando escuchamos sus piezas sinfónicas.
ROSEMBERG SANDOVAL
NACIDO EN 1959, VIVE Y TRABAJA EN CALI Sandoval realiza un paseo artístico por el lado salvaje. Desde inicios de los años 1980, este pionero de la performance nunca consintió a su público. En sus diversas acciones, muchas de las cuales están documentadas, choca con la dura realidad de la condición humana de Colombia. Sandoval confronta implacablemente al observador con tabús y señala injusticias sociales. En sus performances combina la historia del arte del siglo XX con el simbolismo cristiano y sustancias corporales, que obtiene en hospitales y morgues, para crear escenarios conmovedores, desafiantes desde el punto de vista psicológico y físico. La forma de expresión nada dramática, casi clínica, del protagonista contrasta con sus materiales y temas. Sandoval ve su obra como una interpretación artística determinada moralmente de la realidad que lo rodea. No puede y no desea sublimar estilísticamente la violencia que prevalece, sino que estimula levemente nuestros sentidos exponiéndonos al hedor que exhala.
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